F22. Gurruchaga / Pujia
La ruptura del propio cliché
Esta muestra de Marcelo Gurruchaga y Sandro Pujia, corresponde a la segunda etapa de un proyecto en el cual cada artista expone diferentes líneas de trabajo. En el primer encuentro, desplegaron sus modos de abordaje del retrato.
Encontrándose en cosmovisiones similares sobre la fotografía, descubrieron al mismo tiempo una polaridad en sus lenguajes visuales. Un juego de opuestos que funcionaron como elemento encastrables.
En esta oportunidad también intercambiaron espacios, la primera fue en “El jardín de mi corazón” taller del maestro Antonio Pujia. En esta, la segunda, en “Espacio Fotográfico Marcelo Gurruchaga”.
Casi cincuenta obras expresan los nuevos recorridos de sus trabajos.
Deleuze reproduciendo las palabras de Francis Bacon, recalcaba la necesidad que debía tener cada artista de luchar con sus propios clichés, no para ser novedoso sino para poder redescubrir en cada uno, el punto clave para la propia ruptura, con el objetivo de extender su posibilidades expresivas y superar los propios paradigmas.
En ambos artista vemos esta lucha en los giros de sus temáticas.
Pujía presenta fotografías sobre desnudos de un hombre que nos trae ecos, en una versión contemporánea, de la pintura caravaggiesca. En tondos de contraste oscuros, como alegorías sobre la humanidad luchando, con sus fragilidades y fortalezas, contra las fuerzas que se nos imponen, tanto naturales como existenciales, siempre en un juego de tenciones opuestas en la búsqueda de ese equilibrio inaprensible,
Marcelo Gurruchaga, en su nuevo eje de trabajo irrumpe desbordantemente con sus abstracciones, con excelentes imágenes desconcertantes, alejándose por completo del paisaje del que parte. Por otra parte visceralmente se apodera del color al punto que su ojo se convirtió en un pincel donde encontramos un tratamiento similar en algunos casos a las pinceladas de Renoir y en otros casos por su captura del color en meditadas estructuras de manchas, parece un fovista pero de carácter fantasmagórico.
En ambos artistas es coherente la elección del gran formato, para sumergirse en una puesta en escena diferente, más jugada y abarrotado. La intimidad y la suavidad de la primera muestra es contrastada con una intervención espacial fuerte como reflejo de luchadores del lenguaje visual desafiando el tradicional Cubo Blanco con que ya hace mas de cincuenta años Greenberg impuso como espacialidad ideal y absoluta como única posibilidad para mostrar obras de arte.
Olga Correa
Horarios de visita: Lunes a viernes de 12 a 19:30hs
Fecha de cierre: 26 de marzo.