La obra incluye imágenes que buscan conectar con la emoción de las personas, que encuentran en ellas objetos y lugares reconocibles, contenedores involuntarios de fragmentos de vida, de historias individuales y colectivas, y que forman parte de sus recuerdos.
Elementos que pueden parecer intrascendentes a primera vista, pero que poseen una energía y una vibración que seducen e invitan a ser fotografiados. Esa atracción contiene, en algunos casos, un aspecto doloroso que produce una mezcla de sentimientos.
Están presentes temas como el espacio cotidiano, el paso del tiempo, la nostalgia, el abandono, el deterioro, y la muerte. Lo que propongo es generar una dinámica entre autor y espectador, a través de diferentes interpretaciones en función de asociaciones personales.
La secuencia de las fotografías fue el resultado de un proceso realizado principalmente de manera deliberada, pero en algunos casos accidental e inesperada. Sin proponérmelo, descubrí que ciertas imágenes se complementaban sorprendentemente.
Considero que es un proyecto que no está finalizado, tampoco tiene un plazo de ejecución determinado, y se sigue materializando día tras día.
